La salud del suelo y los microorganismos, un elemento a cuidar
- Posted by Proin
- On julio 27, 2018
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- Suelo
La mayoría de la biomasa viviente de nuestro planeta se alberga en el suelo, y el reto de la agricultura moderna es que tienen que convivir con nuestras plantas.
El problema radica es que, de toda esa biomasa, hay un número muy importante de especies que resultan patógenas para las raíces de nuestros cultivos, y eso es algo que no podemos permitir.
La solución más fácil al problema es tratar con un fungicida, nematicida o el uso de cobre, con el problema de reducir el volumen de biomasa tanto de especies positivas como negativas.
Todo esto acaba en un círculo vicioso donde sólo prosperan los patógenos que tienen formas de alimentación y hospedaje a partir de las plantas. La gestión negativa del suelo reduce el mantenimiento de la biomasa beneficiosa y, poco a poco, terminamos con un suelo denominado fatigado.
La gran despensa viva de nuestro suelo
Si cogiésemos una muestra de cualquier suelo, incluido aquellos inhóspitos o incluso salinos, a escala microscópica podríamos hallar numerosas bacterias, algas, protozoos y hongos.
A partir de aquí, y reduciendo la lente del microscopio, pasaríamos a entes más grandes como nematodos (positivos y negativos), artrópodos de pequeño tamaño, gusanos, a los que siguen lombrices de tierra, moluscos y artrópodos.
Muchos de ellos realizan su ciclo biológico completo en el suelo, mientras que otros sólo son habitantes ocasionales, o en determinada fases, como en la descomposición o mineralización de la materia orgánica.
Funciones de los microorganismos del suelo
Cada tipo de organismo realiza una función específica.
Algunos, como las algas, son fotosintéticas, otros, como las cianobacterias, son capaces de fijar nitrógeno atmosférico. Sin embargo, la mayoría de los organismos del suelo utilizan la materia orgánica o la mineral como fuente de nutrientes y energía.
Muchos de ellos son especialistas en mineralizar la materia orgánica y conseguir liberar los nutrientes encapsulados dentro de ella, aportando un gran volumen de fertilizantes naturales que pueden ser asimiladas por las raíces de las plantas o formar parte del complejo arcillo húmico.
Otros organismos establecen relaciones simbióticas con otros , como Rhizobium, cianobacterias, micorrizas, etc.
Para una buena gestión de los suelos es preciso conocer el hábitat y las costumbres alimentarias de los organismos que lo pueblan para favorecer el desarrollo de los organismos benéficos y reducir la actividad aquellos que causan un perjuicio a nuestros cultivos.
Transformación de la materia orgánica
Los compuestos ricos en carbono aplicados al suelo, como la materia orgánica, o la degradación de restos vegetales y animales produce una estimulación de la microbiología útil.
Éstos compuestos actúan como fuente principal de energía, ya que contienen estructuras formadas por aminoácidos y azúcares. Al igual que nosotros aportamos aminoácidos a las plantas, por ser un elemento de fácil absorción y metabolización, en el suelo ocurre lo mismo.
Sin embargo, también hace falta nitrógeno disponible, ya que para la degradación de un elemento común como la celulosa, por cada 30 gramos de este compuesto es necesario 1 gramo de nitrógeno.
De aquí la importancia de la relación C/N que vimos en la interpretación del análisis de suelo. Lo interesante es tener un valor acorde entre 8,5 y 11,5 para tener el equilibrio perfecto entre el carbono (azúcares, carbohidratos, aminoácidos, etc.) y el nitrógeno (mineralización materia orgánica, aportado por el riego, degradación de estructuras vegetales, etc.).
La transformación de la materia orgánica permite liberar nutrientes orgánicos a inorgánicos, o directamente asimilables por las plantas.
Aunque la riqueza de estos elementos es baja, en comparación con los fertilizantes inorgánicos, la gran cantidad aplicada al suelo hace que sea muy importante para la nutrición de las plantas, al igual que el efecto beneficioso que produce en el suelo.
- Aumento de la temperatura del suelo en invierno
- Mejora de la aireación y retención de la humedad
- Incremento de la capacidad de intercambio catiónico o complejo de cambio
- Capacidad tampón para regular el pH y evitar su modificación.
Solubilización de los minerales bloqueados
Una gran cantidad de elementos que se encuentran en el suelo o los aportamos nosotros quedan bloqueados a los pocos días. Esto es debido a que se forman complejos químicos que son total o parcialmente insolubles en agua.
Los microorganismos, con su actividad frenética, logran solubilizar todos estos nutrientes y los ponen a disposición de las raíces. Un trabajo silencioso que permite aumentar enormemente la capacidad de absorción mineral y la producción final.
Fijación de nitrógeno
No ocurre en todas las plantas, pero si en muchas, como los guisantes, la acacia, habas, alfalfa, sorgo, cebada, avena, garbanzos, etc. Algunas bacterias presentes de forma natural en el suelo son capaces de captar nutrientes, como el nitrógeno, y fijarlo al suelo. Algo que nos ahorra una gran cantidad de fertilizantes para aportar y contribuye a la mejora del medio ambiente.
Composición media de un suelo agrícola
Aunque variará según el porcentaje de materia orgánica, la textura del suelo, humedad y otros parámetros físico-químicos, éstos son los valores medios de un suelo.
- 10 a 20 gr/m2 de protozoarios
- 100 a 200 gr/m2 de lombrices de tierra
- 50 a 100 gr/m2 de otros organismos animales
- > 1000 gr/m2 de bacterias
- > 300 gr/m2 de actinomicetos
- > 1000 gr/m2 de hongos
Cómo lograr tener un suelo ideal para el crecimiento microbiológico beneficioso
Algunas pautas para mejorar el crecimiento de la microbiología útil y, al mismo tiempo, frenar el desarrollo de organismos patógenos que causan enfermedades.
- Mantener un nivel adecuado de materia orgánica (mínimo 2%).
- Evitar prácticas abusivas de uso de fungicidas y cobres aplicados al suelo, por encima de las pautas recomendadas.
- Controlar la relación C/N del suelo para fijarla dentro de los valores recomendados.
- Rotación de cultivos y evitar la monocultura, en la medida de lo posible.
- Reducir el abusivo aporte de nutrientes, por encima de las recomendaciones técnicas del cultivo.
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